lunes, 11 de enero de 2016

EL ATAQUE A PEARL HARBOR

El ataque a Pearl Harbor fue una ofensiva militar sorpresa de los Japones contra la base naval de los EEUU, como inicio de un conflicto internacional, tuvo claros antecedentes internos y externos que afectaban la política y la expansión económica norteamericana. Los antecedentes y consecuencias del ataque japonés a Pearl Harbor permiten ubicarlo y entenderlo dentro del proceso histórico norteamericano y mundial.


En lo que se refiere concretamente a la guerra del Pacífico, entre Estados Unidos y Japón, iniciada tras el bombardeo japonés a Pearl Harbor, esto llevó a la entrada de los Estados Unidos a la segunda guerra Mundial, hay dos explicaciones básicas: desde el punto de vista del Japón, la guerra ofrecía perspectivas favorables para la expansión política y económica en el continente asiático; en tanto que, desde la conclusión de la Primera Guerra, los Estados Unidos venían ejerciendo su poder para limitar la expansión naval del Japón en el Lejano Oriente.

ataque de los japoneses
Japón inició su carrera como rival de las potencias europeas a partir de la restauración de la dinastía Meiji en 1868; basada en la industrialización. Simultáneamente se creó y se profesionalizó el ejército. Los Estado Unidos estaban molestos con la actitud creciente de Japón hacia China. El gobierno japonés creía que la única manera de resolver sus problemas económicos y demográficos era expandirse hacia vecinos y conquistar sus mercados de importación. Para ello, Japón le había declarado la guerra a China en 1937. Japón después de la primera Guerra mundial se enfrentó a la competencia europea y a las barreras norteamericanas que obedecían a "alto al Japón". La crisis de 1929, al restringir y dificultar los mercados, ahondó el problema de este país con una base geográfica tan pequeña. Para la expansión existía, no obstante, un problema fundamental: la dependencia de abastecimiento externo de petróleo. 


Pearl Harbor
Las autoridades norteamericanas respondieron a esta agresión con una batería de sanciones económicas y de embargos comerciales. Esgrimieron que sin acceso a fuentes de dinero y bienes, y especialmente, a suministros vitales como el petróleo, Japón tendría que verse forzado a detener su política expansionista. Pero el efecto deseado se volvió en contra y sólo se concibió una actitud más enrocada por parte de Japón. Tras meses de negociaciones entre Tokio y Washington D.C., ninguna de las dos partes quería ceder. La guerra parecía inevitable. Lo que nadie podía creer es que los japoneses fueran a comenzar esa guerra con un ataque sobre territorio norteamericano (ver más detalles aquí)

En términos económicos, las consecuencias fueron óptimas: la movilización de defensa terminó por fin con la Gran Depresión y la producción se duplicó durante la guerra. Para 1943, dos terceras partes de la economía nacional estaban directamente comprometidas con el esfuerzo de guerra. El presupuesto federal aumentó de 9.4 billones en 1939 a 95.2 billones en 1945. Roosevelt se apoyó en los dirigentes de la industria para manejar la economía de guerra, impulsando enormemente el sector. Las 56 corporaciones más grandes recibieron las tres cuartas partes de los contratos de guerra; se suspendieron las demandas "antitrust", con lo cual aumentó la concentración y se fortaleció la relación de dependencia gobierno-capital. (más detalles aquí)

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